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Valoración

Cuando hablamos de la franquicia de Expediente Warren, hablamos de una de las sagas más representativas del terror contemporáneo. Un universo cinematográfico que, si bien ha ofrecido entregas irregulares, siempre ha mantenido cierto estándar de calidad, especialmente cuando James Wan ha estado involucrado de manera directa. En Expediente Warren: El último rito, nos encontramos con una entrega que pretende cerrar el círculo… pero que lo hace con más dudas que certezas.

  • Fecha de estreno: 5 de septiembre de 2025
  • Género: Terror
  • País: Estados Unidos
  • Año: 2025
  • Dirección: Michael Chaves
  • Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Mia Tomlinson, Ben Hardy, Steve Coulter, Rebecca Calder, Elliot Cowan, Kíla Lord Cassidy, Beau Gadsdon, John Brotherton, Shannon Kook

Expediente Warren: El último rito ofrece un nuevo y escalofriante capítulo dentro del icónico universo cinematográfico basado en hechos reales. Vera Farmiga y Patrick Wilson regresan para encarnar, por última vez, a los mundialmente conocidos investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren. La película se centra en su hija, Judy Warren (Mia Tomlinson), y su novio Tony Spera (Ben Hardy), quienes se verán arrastrados a una espiral de fenómenos sobrenaturales que pondrán a prueba sus creencias y su seguridad.

Sobre la película

Expediente Warren: El último rito es la novena entrega del universo Expediente Warren, una de las franquicias más exitosas del cine de terror, con más de 2.000 millones de dólares recaudados en taquilla. Dirigida por Michael Chaves, responsable de anteriores títulos de la saga, la cinta ha sido producida por dos de las figuras clave de la franquicia: James Wan y Peter Safran. El estreno en cines está previsto para el 5 de septiembre de 2025 en España.

Reparto y equipo creativo

Junto a Vera Farmiga y Patrick Wilson, protagonistas indiscutibles del universo Expediente Warren, el reparto cuenta con Mia Tomlinson, Ben Hardy, Steve Coulter (como el padre Gordon), Rebecca Calder, Elliot Cowan, Kíla Lord Cassidy, Beau Gadsdon, John Brotherton y Shannon Kook. El guion ha sido escrito por Ian Goldberg, Richard Naing y David Leslie Johnson-McGoldrick, a partir de una historia de Johnson-McGoldrick y James Wan.

El equipo técnico incluye al director de fotografía Eli Born, el diseñador de producción John Frankish, los montadores Elliot Greenberg y Gregory Plotkin, el supervisor de efectos visuales Scott Edelstein y el productor de efectos visuales Eric Bruneau. La música de Expediente Warren: El último rito ha sido compuesta por Benjamin Wallfisch, habitual colaborador en la saga y referente del género.

El cierre de una saga icónica

Expediente Warren: El último rito se posiciona como la conclusión de la historia de los Warren en la gran pantalla. La película se presenta como una poderosa y aterradora culminación que promete cerrar una de las sagas de terror más reconocibles y taquilleras del siglo XXI. La cinta mantiene el estilo característico de la franquicia, combinando investigación paranormal, suspense y terror psicológico, esta vez con un enfoque más centrado en el legado familiar de los Warren y la transmisión de su lucha contra las fuerzas oscuras.


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Crítica

Lo reconozco: durante su primera mitad, la película funciona sorprendentemente bien. Michael Chaves, que ya había dirigido otras entregas dentro del universo (La Llorona, Expediente Warren: Obligado por el demonio…), parece haber entendido mejor esta vez el tono que se espera de una cinta protagonizada por Ed y Lorraine Warren. El terror aquí es más atmosférico, los jumpscares están bien medidos (¡hay un par que me hicieron saltar de la butaca!) y la historia inicial tiene un aura potente que engancha.

Uno de los grandes aciertos del film es centrarse en el relevo generacional. Judy Warren (Mia Tomlinson) y su pareja Tony Spera (Ben Hardy) se convierten en el eje de una nueva maldición vinculada a un espejo maldito procedente de la plantación Myrtles. Este elemento, que bebe de hechos supuestamente reales, sirve como motor para una historia que conecta pasado, presente y legado espiritual.

Además, me ha gustado mucho la forma en que se aborda el retiro de los Warren. Ver a un Ed (Patrick Wilson) debilitado físicamente, pero aún aferrado a su cruz y su fe, así como a una Lorraine (Vera Farmiga) que se debate entre la protección de su familia y la lucha contra el mal, añade un componente emocional que le sienta genial a la historia.

Pero entonces… todo se va al garete

Y aquí es donde empiezan los problemas. Porque, a partir de su segunda mitad, Expediente Warren: El último rito descarrila sin frenos. Es como si hubieran rodado una película distinta. Las buenas ideas iniciales se ven sepultadas por decisiones narrativas que rozan lo absurdo y que ni siquiera encajan dentro del propio universo que la franquicia lleva años construyendo.

¿Era realmente necesario volver a sacar a Annabelle? ¿En serio? La inclusión del personaje se siente forzada, gratuita, como si desde Warner hubieran dicho “oye, pon a la muñeca que la gente la reconoce”. Y claro, cuando los Warren llegan a la casa de la familia afectada, el guion se convierte en un sinsentido donde las explicaciones desaparecen y todo se resuelve gracias al «poder del amor» y a un “lo hizo un mago” que insulta la inteligencia del espectador.

Todo lo que funcionaba en la primera mitad se va por el desagüe. El clímax carece de tensión e incluso roza lo ridículo. Se nota tanto la mano del estudio metiendo prisa por cerrar el universo con “épica”, que se olvidan de cerrar bien la historia.

Un cierre descafeinado para una saga emblemática

Expediente Warren: El último rito no es una película aburrida, para nada. Su ritmo es dinámico, los actores están correctos y los primeros 50 minutos son incluso destacables. Pero el conjunto se desinfla con tanta fuerza en su tramo final que resulta imposible salir del cine con buen sabor de boca.

Para tratarse de la despedida de los Warren, uno esperaba algo más contundente, más elegante, más… creíble dentro de su propio universo. En vez de eso, nos quedamos con una conclusión que parece un borrador con prisas, cargado de fan service innecesario, frases rimbombantes y situaciones que se resuelven con un «porque sí».

Un inicio prometedor y un enfoque emocional interesante no logran salvar a El último rito de una segunda mitad desastrosa. Como final de saga, decepciona; como película de terror, entretiene a ratos. Pero, sinceramente, esperaba más.

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