El consultor especializado en riesgo político y análisis económico, Elías Ferrer, señaló que “no ha cambiado nada” en el estatus de la compañía estadounidense y aclaró que todos sus contratos con el Estado siguen ejecutándose con normalidad. De acuerdo con sus estimaciones, Chevron sigue realizando inspecciones y supervisiones habituales en sus campos petroleros y ha recibido garantías para mantener sus actividades

El contexto político entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela parecen no afectar directamente las operaciones de la petrolera Chevron, que sigue laborando con normalidad en el país, así lo explicó Elías Ferrer, director de Orinoco Research.

El consultor especializado en riesgo político y análisis económico afirmó a Unión Radio que la empresa continúa operando bajo las mismas condiciones previstas en su licencia vigente.

Ferrer señaló que “no ha cambiado nada” en el estatus de la compañía estadounidense y aclaró que todos sus contratos con el Estado siguen ejecutándose con normalidad.

Añadió que Chevron mantiene comunicación con el gobierno de Donald Trump, que “seguramente les habrá asegurado que pueden continuar”.

El analista recordó que el CEO de la empresa, Mike Wirth, se ha reunido en varias ocasiones con Trump durante el año, lo que confirma el interés de la administración estadounidense en garantizar estabilidad para sus operaciones en Venezuela.

Sobre la advertencia reciente del Departamento de Estado respecto al espacio aéreo venezolano, Ferrer aclaró —reseñó Unión Radio— que no existe un cierre formal, sino una alerta por riesgos asociados a interferencias satelitales vinculadas a maniobras militares de ambos países.

De acuerdo con sus estimaciones, Chevron sigue realizando inspecciones y supervisiones habituales en sus campos petroleros y ha recibido garantías para mantener sus actividades.

Las empresas mixtas en las que participa producen alrededor de 300 mil barriles diarios, de los cuales cerca de la mitad se envía al mercado estadounidense y el resto se exporta a China.

Ferrer detalló asimismo que estas asociaciones han permitido mejorar la eficiencia y aumentar la producción por mayores inversiones en los campos.

También indicó que, bajo el nuevo esquema contractual, parte del crudo enviado a Estados Unidos se comercializa a un precio más alto que el destinado al mercado chino, particularmente el que se dirige a las llamadas keepers refineries, consideradas un segmento menos formal.

Según sus cálculos preliminares, aproximadamente una parte del petróleo generado por estas empresas mixtas queda en manos de Chevron para cubrir costos operativos, beneficios y pagos de deuda, entre 20 % y 30 % de la producción total, mientras que la otra mitad corresponde a Pdvsa y al Estado venezolano.

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