The Alto Knights, la última cinta de Robert De Niro, llegó a los cines españoles el día 21 de marzo de 2025 de la mano de Warner Bros Pictures Spain.
- Fecha de estreno: 21 de marzo de 2025
- Género: Drama, Basado en hechos reales
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Dirección: Barry Levinson
- Reparto: Robert De Niro, Debra Messing, Cosmo Jarvis, Kathrine Narducci, Michael Rispoli
- Música: Dave Fleming
The Alto Knights narra la historia de dos de los jefes del crimen organizado más notorios de Nueva York, Frank Costello (De Niro) y Vito Genovese (interpretado, también, por De Niro), en su pugna por el control de las calles de la ciudad. Tras haber sido los mejores amigos, unos celos mezquinos y una serie de traiciones les llevan a una colisión mortal que cambiará la forma de la Mafia (y de América) para siempre.
Crítica de ‘The Alto Knights’
No nos vamos a engañar, la sombra de los grandes clásicos de cine de gánsteres es alargada, densa e imborrable. Un hecho que, ya de partida, supone un handicap más que considerable a la hora de enfrentarse a The Alto Knights, lo nuevo de Barry Levinson. El cineasta, artesano de corte clasicista que tiene en su haber icónicas cintas cómo Rain Man o Good Morning, Vietnam, ha optado esta vez por aventurarse a dejar su muesca (o al menos a intentarlo) en el amplio y reconocible legado que nos ha dejado la ficción que bucea y se sumerge en el tan atractivo como peligroso mundo del crimen organizado italoamericano.
Para ello, se ha servido de la presencia del mayor icono del mismo (mil perdones, Brando y compañía), Robert De Niro. Un hombre ya acostumbrado a interpretar con regularidad a los peces más gordos y sádicos del hampa. El veterano actor ha encarnado a multitud de entrepeneurs y buscavidas violentos a lo largo de su trayectoria. Tales como Al Capone, Vito Corleone, Jimmy Conway o Frank Sheeran. Un extenso repertorio de icónicos papeles que le avalan de sobremanera, pero que no le ha frenado a la hora de volver a ponerse en la piel de dos nuevos criminales, Frank Costello y Vito Genovese, a sus 81 años.
Madurez crepuscular
Sin lugar a dudas, su aportación actoral es lo más notable de la propuesta. Su crepuscular y madurada performance – esta vez en forma de duelo interpretativo dado entre dos personajes distintos interpretados por el propio De Niro – es la piedra angular de este insustancial y olvidable film.
A pesar de que la lograda intervención de De Niro consigue dotar de tensión, atractivo e interés a ciertas set-pieces propuestas, los vagos tintes de cine judicial, cercanos al thriller político, que exhibe Levinson, bajan drásticamente el soufflé. The Alto Knights es un ejercicio narrativo frío, de un formalismo aséptico casi-médico que relega lo cinematográfico y lo técnico al terreno de lo impersonal, de lo vacuo. Opacando así sin reparo cualesquiera de las virtudes que la cinta pudiera tener.
Orejas de conejo
A pesar de tratarse de una sugerente historia de venganza, traición, violencia y crimen, Levinson se aferra de un modo casi infantil al realismo más atemperado posible. Dialogando con el espectador mediante un lenguaje poco atrevido y de naturaleza plomiza, cercana a lo documentalista, para diseñar así su anecdótica narrativa. Sin los estallidos salvajes y directos propios de la violencia de Scorsese, o sin la belleza de lo sórdido que esconden las sombras habituales de los encuadres de Coppola (y de los cuadros de Caravaggio), es difícil encontrar en este relato de la Cosa Nostra elementos a los que aferrarse. No hay nada más allá del cercano y limitado horizonte dibujado por un diseño de producción pasable y una malograda labor de un intérprete principal titánico que, de manera meritoria, salva los muebles a pesar de que el viento sopla con fuerza a contradirección.
El grueso de los compases de la película son abruptos, empañados por una narrativa fragmentada en la que es difícil situarse debido a que los personajes mantienen el mismo aspecto físico a lo largo de la misma. Su estructura esquemática y de raquítico desarrollo argumental, termina por tornarse redundante y anticlimática. Algo que tan sólo logra sortear su tercer acto, un colofón y fin de fiestas que eleva ciertamente el desangelado resultado general, pero que no es suficiente para obnubilar al espectador ni hacerle creer que ha presenciado algo brillante. El truco está bien, pero las orejas del conejo asomaban por encima de la copa de la chistera hace ya largo rato.
¿Vale la pena The Alto Knights?
Si bien es cierto que The Alto Knights es una cita ineludible para los completistas de De Niro y para todos aquellos amantes del cine de mafiosos interesados en volver a indagar en el auge y caída del crimen de la gran manzana de los años 50 en adelante, para el resto, será tan solo un pasatiempo poco inspirado que no es capaz de dejar ningún tipo de poso ni generar sensación alguna. Una experiencia inodora y poco propositiva que, si bien no hace daño a nadie, no puedo permitirme recomendarla abiertamente.