Elliott Abrams, a quien el presidente Donald Trump, en su primer mandato, designó como enviado especial a Venezuela en 2019, desestimó la posibilidad de una invasión estadounidense en el país caribeño, no obstante, asegura que sí existe una notable presión de Norteamérica sobre Nicolás Maduro con el despliegue militar en el Caribe.
“El presidente Trump está aplicando más presión ahora. Esa flotilla en el Caribe no es lo suficientemente grande como para invadir Venezuela, y no creo que Trump tenga ninguna intención de hacer eso, pero es mucho más grande de lo que se necesita para dispararle a pequeñas lanchas rápidas fuera del agua. Así que lo veo como una especie de presión sobre el gobierno, y creo que el siguiente paso será probablemente algún ataque dentro de Venezuela”, dijo en una entrevista con BBC News.
Aseguró que, a diferencia de una escalada, las posibles acciones encubiertas de la CIA en Venezuela, aprobadas por Trump “es una especie de operación psicológica cuyo propósito es decirles a las personas alrededor de Maduro, a los militares y a los civiles en la administración: Él tiene que irse, pero ustedes no tienen que irse; hagan algo, sálvense».
Y remarcó: “Puede que lo que Trump está haciendo no funcione, por supuesto. Pero creo que tiene más posibilidades de funcionar”. “Muchos en la administración (venezolana) están pensando: si los gringos se quieren deshacer de Maduro, lo harán; ¿y qué pasa conmigo?”.
“Hace un año o dos me preguntaba si Maduro intentaría una invasión del Esequibo (la región que Venezuela y Guyana se disputan). No va hacer eso porque no está loco. Sabe que sería el final de su gobierno porque le estaría dando una excusa a Estados Unidos y tal vez a otros países para acudir a defender a Guyana y derrocarlo. ¿Qué va a hacer Maduro si hay un ataque de Estados Unidos? Realmente, no tiene ninguna capacidad para escalar”, opinó Abrams.

Estimó que Estados Unidos “piensa que a medida que se avanza por este camino, en algún momento habrá un levantamiento de la población como otros que hemos visto en Venezuela. Si eso no sucede, Trump se enfrenta a otra decisión: si quiere un ataque a los líderes de la administración, algo similar a lo que se hizo con Qasem Soleimani (comandante de la Guardia Revolucionaria iraní muerto en un ataque ordenado por Trump en enero de 2020). Es una decisión grave, pero es ciertamente una opción”.
Destacó que, aunque no hay una certeza del próximo paso de Trump, “altos dirigentes venezolanos han dejado de viajar a la Isla Margarita porque allí podrían caer al alcance del Ejército estadounidense”.
“Se preguntan cuál será el impacto entre los militares si hay ataques dentro de Venezuela. He oído rumores de que gente dentro del gobierno está pensando en ofrecer a Maduro y se habla de que la vicepresidenta Delcy Rodríguez podría asumir el poder”, agregó.
No obstante, destaca que “un compromiso en el que ella se queda, pero Maduro se va; o Maduro se queda pero promete marcharse dentro de un año, sería inaceptable para la oposición venezolana y para Trump”.
“La duplicación de la recompensa por Maduro, el anuncio de un programa de la CIA para Venezuela, y, sobre todo, el envío de militares y de bombarderos B-52… Creo que es muy difícil para el presidente ya levantarse una mañana y decir, bueno, pensé que eso funcionaría para diciembre y no funcionó, así que al diablo con eso», dijo.
Por último, manifestó sus dudas ante lo que el Gobierno de Maduro denuncia como intenciones de cambio de régimen en Venezuela. “Imaginemos que esta estrategia da finalmente el resultado de sacar a Nicolás Maduro del poder. ¿No podría eso incluso empeorar las cosas? Venezuela seguirá necesitando una masiva reconstrucción económica, una reconciliación”, explicó.
