Después de haberse estrenado en varios países y de lograr el Premio en la categoría de Mejor película de animación en los Globos de Oro, llega por fin a las salas de Cine Flow, un mundo que salvar. La película lituana vuelve a ser un claro ejemplo de David contra Goliat, llegando incluso a opacar a grandes producciones animadas como Robot Salvaje o Del Revés 2. En esta crítica quiero contarte qué nos ha parecido.
Sinopsis de Flow, un mundo que salvar
- Fecha de estreno: 24 de enero en cines
- Género: Animación, Aventuras, Drama, Infantil
- País: Letonia
- Año: 2025
- Duración: 83 min
- Dirección: Gints Zilbalodis
- Música: Rihards Zalupe, Gints Zilbalodis
En Flow, un gato se encuentra en un mundo cubierto de agua, sin aparente rastro humano. En la búsqueda de refugio, se une a un barco con animales de otras especies. Llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. A lo largo de esta aventura, tendrán que demostrar su valentía y superar sus diferencias para adaptarse a la nueva situación.
La película tuvo su paso por la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y la Sección Oficial del Festival de Sevilla -donde se alzó con el Gran Premio del Jurado, el Premio Puerta de América y el Premio a Mejor montaje y ser candidata al Oscar a Mejor Película Internacional por Letonia.
Alabada por la crítica internacional, FLOW se alzó con el Premio a Mejor película animada en el Festival de Guadalajara (México) y con cuatro galardones más en el Festival de Annecy: Premio especial del jurado, Premio del público, Premio especial a Mejor música original y Premio Fundación Gan a la distribución. También participó en el Festival de Melbourne (sección Bright Horizons), donde logró el Premio Especial del Jurado.
Crítica
Flow, un mundo que salvar es una película aparentemente pequeña que cuenta con varios mensajes muy poderosos. La cinta logra deslumbrar gracias a su animación pese a contar con una narrativa aparentemente sencilla pero bastante efectiva, y es que detrás de los instentos constantes por sobrevivir de un grupo de animales, Gints Zilbalodis nos propone un viaje introspectivo y ecológico que resulta tan hermoso como, en ocasiones, aterrador.
Uno de los puntos interesantes de la cinta, por si aún no lo conocías, es que hablamos de una obra sin diálogos, al más puro estilo Robot Dreams (2003), algo que hace de esta una propuesta mucho más refrescante.
El cineasta lituano demuestra en Flow su enormísima capacidad para darnos universos deslumbrantes en lo visual. Y es que si bien el movimiento de los protagonistas no es tan fluído en ocasiones, la paleta de colores, los detalles en los paisajes acuáticos y la delicada interacción entre los personajes consigue, más allá de destacar de manera artística, transmitir emociones de forma tangible. La animación, que mezcla técnicas de 3D con trazos artesanales, nos recuerda por qué este director podría ser considerado uno de los grandes visionarios del cine de animación actual.
Un viaje introspectivo
En el corazón de Flow, un mundo que salvar encontramos una historia aparentemente simple: un gato y otros animales deben superar sus diferencias y miedos en un mundo posapocalíptico cubierto de agua. Eso sí, bajo esa aparente sencillez se esconden reflexiones sobre el compañerismo, la resiliencia y la necesidad de adaptarnos a los cambios. A través de su viaje, la película consigue transmitirnos sensaciones muy humanas en un relato que conectará tanto con los niños como con los propios adultos. Aunque hay un gran equilibrio entre este mensaje y el entretenimiento (sobre todo, a través de escenas realmente trepidantes), sí que es cierto que en ocasiones Flow cae en la redundancia. Sin embargo, no es algo que lastre el conjunto.
El apartado sonoro merece también una mención especial. La banda sonora original de Rihards Zalupe y el propio Gints Zilbalodis fue galardonada en Annecy, y honestamente creo que podríamos considerarla un personaje más que guía al espectador a través de un mar de emociones (nunca mejor dicho).
Conclusión
Es dificil analizar la cinta en profundidad en un primer visionado, y es que hablamos de una de esas producciones que esconden complejas capas de humanidad bajo una historia aparentemente simple.
Flow, un mundo que salvar es una obra que se disfruta más si nos dejamos llevar por su propuesta contemplativa y su mensaje humano y medioambiental. No creo que sea una película redonda y a nivel personal he disfrutado más de otras cintas animadas este año. Sin embargo, no te dejará indiferente, eso seguro. La recomendación aquí es clara: si amas el cine de animación, esta es una cita ineludible.