Atribuimos a los 70 la solidificación de lo que entendemos como el blockbuster, como si fuera la primera vez que se producen determinadas películas exclusivamente por su potencial monetario. Sí que es cierto que surgieron en ese periodo los grandes espectáculos de fantasía como ‘Superman’, que sirve de molde para un cine grande moderno que ahora mismo sólo concibe hacer películas como ella.

El espectáculo del mañana

Aun así, la película de Richard Donner sigue dominada por un sentido de la maravilla que pocos han entendido como replicar. Christopher Reeve da vida al hombre del mañana en una sensacional película espectáculo que vamos a poder ver hoy en televisión a través de Be Mad a partir de las 16:03. También se puede encontrar en streaming a través de Max y de Filmin.

Criado desde niño como un joven normal, Clark Kent descubre nuevas habilidades que evidencian que no es un humano cualquiera. Procedente del destruido planeta Kripton, del que fue evacuado por sus padres, este poderoso ser criado con valores de bondad y sentido del deber empleara sus superpoderes para salvar a la humanidad y luchar contra villanos como Lex Luthor.

Donner comprime con bastante habilidad las características de varias décadas de cómics de ‘Superman’ es un formato de película populista bastante potente, intentando apelar a aquellos para los que el personaje es un concepto más que algo que hayan leído. Con su mezcla de artesanía y efectos, y también sensibilidad exuberante, crea un show asombroso que consigue transmitir la esperanza del personaje.

Es una película total donde todos los géneros pueden coexistir, desde un drama de personaje bastante sencillo pero efectivo hasta la fantasía más desatada, incluyendo también un humor bastante payaso y físico. Todo es posible gracias a un intérprete como Reeve, que se acopla perfectamente a todos esos registros.

La ausencia total de cinismo, el buen entendimiento del potencial inspirador del personaje y una manera orgánica de encontrar las claves de un blockbuster modélico la mantienen con un clásico imperecedero. Un deslumbrante trabajo de gran escala cuya manufactura no resulta un problema, sino algo envidiable. Muchas películas de superhéroes modernas pueden haber surgido a partir de su fenómeno, pero pocas se han atrevido a replicar su sinceridad bobalicona y su desacomplejada capacidad para soñar que nos hizo creernos por un momento que un hombre podía volar.

En Espinof | Las mejores películas de 2024

En Espinof | Las mejores películas de acción de la historia

Ver fuente