Poca gente queda que no sepa cómo funcionan los castings de anónimos en programas de la TV. Las cadenas aprovechan para guardar en su agenda a la gente que ven que da más juego y luego ven si pueden reutilizarlos en otro reality. Como fue el caso de Ismael Nicolás y Andrea Gasca, participantes de la primera temporada de ‘La isla de las tentaciones’ que se conocieron en ‘First Dates’.
La primera cita
Cuando Andrea acudió a ‘First Dates’, era una estudiante de 22 años de Barcelona: «Siempre voy con tacones, muy arreglada». Le contaba a Carlos Sobera que buscaba a alguien simpático, «no un tonto chulito», y que ella tenía bastante éxito con los chicos allá donde iba: «Normal, soy una chica guapa».
Por aquel entonces, Ismael tenía 21 años y trabajaba como socorrista en Cartagena: «Me gustaría llegar a ser modelo fitness para alguna marca». Andrea despertó su atención «desde el minuto 1» y a ella tampoco le desagradó en absoluto lo que vio.
Una vez en la mesa, hablaron de aficiones y ella le contó que le gustaba bailar y estaba probando en ese momento a ver qué tal la bachata. Ismael le sorprendió revelándole que él también había empezado con la bachata: «Será por eso que nos han emparejado» aventuró ella.
Continuaron asintiendo con aprobación cuando ambos se declararon fans incondicionales del gimnasio, de los que van todos los días a entrenar. Cuando él le dijo que el deporte lo era todo, Andrea le contestó que a ella aún le quedaba para eso, porque tenía que «perder grasita» de la zona abdominal: «Pero si estás superbién. ¿Te gusta que te digan que estás bien?» vaciló Ismael y ella soltó una risa de «Calla, tonto».


Después de descubrir que eran ese tipo de gente que dice que su hobby es viajar (el equivalente a decir «mi hobby es que me regalen cosas» o «comer en restaurantes»), se marcaron un bailecito juntos y ambos dijeron sí a tener una segunda cita.
Pese a que acabaron a buenas, después de esto se fueron a ‘La isla de las tentaciones’ y allí ya se fastidió todo. Ella cayó en la tentación con uno de los solteros y la pareja se rompió, abandonando la isla cada uno por su lado. Volvieron al año siguiente como tentadores VIP y Andrea todavía fue un año más con su nuevo novio de por aquel entonces, del que también se separó.
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