Con el estreno aún fresco de ‘The Brutalist’ en cines españoles, los buenos resultados en taquilla (según Comscore tiene el segundo puesto en su primer finde solo por debajo de ‘Mufasa’) reflejan las ganas que hay por la que está llamada a ser una de las películas más grandes del año. La película ganó tres globos de oro, y está también nominada a 10 categorías en los Oscars.
Sorprende que todo esto se haya conseguido con un presupuesto de apenas 10 millones de dólares, algo que en Hollywood es, hablando mal y pronto, calderilla. O desde luego dinero destinado a producciones mucho más pequeñas. De todas las nominadas a Mejor Película, solo ‘Anora’ y ‘Aún estoy aquí’ tienen un presupuesto menor, 6 y un millón y medio respectivamente, algo razonable teniendo en cuenta su menor escala.
En solo un primer vistazo no esperarías lo mismo de ‘The Brutalist’. Además de contar con caras reconocidas en Hollywood como Adrien Brody, Guy Pearce o Felicity Jones, la película es un expansivo drama histórico ambientado tras la Segunda guerra mundial y que dura casi cuatro horas. Siendo además un film sobre un arquitecto brutalista, se sustenta en una imaginería grandilocuente. Nada de esto nos habla de una película barata, y sin embargo se trata de un presupuesto, más que modesto, casi milagroso.
Las claves para conseguirlo parecen haber sido varias. En una entrevista con Slate, Corbet admite que parte de ello es cómo ha mejorado él como director. Si bien al principio de su carrera (esta es su tercera película) le resultaba muy difícil calcular cosas como cuánto tiempo necesitaba para los ensayos, ahora considera que se ha vuelto muy bueno con los tiempos de su propio proceso. «Depende de la duración de cada escena, necesito X horas para prepararla, y X horas para rodarla».
Un rodaje en tiempo récord
Este expertise a la hora de dirigir un equipo, el cuál el espectador nunca llega necesariamente a percibir, es esencial para el funcionamiento interno de las producciones. La segunda temporada de ‘Euphoria’ cayó presa de lo contrario, con un Sam Levinson del que se reporta que no tuvo claro sus propios procesos y alargó en demasía los tiempos en busca de experimentaciones pasajeras. En el otro extremo del espectro, Clint Eastwood es un director con el que los actores suelen adorar trabajar por lo ágiles que son sus rodajes.


Ayuda también al cálculo del presupuesto que el rodaje de ‘The Brutalist’ se haya completado en jornadas maratonianas. La película estuvo unos 7 años en preproducción, pero se ha rodado en apenas unos 33 días. Y aunque Corbet afirma que no habría querido necesariamente más dinero, también dice que un par de millones más habrían servido para alargar al menos una semana la producción pagando los sueldos del equipo. Esto habría evitado algunas jornadas que han llegado hasta las 24 horas. Corbet relata como el último día de trabajo se quedó con su mixer desde las 8 de la mañana a las cinco de la madrugada.
Las prisas no han sido buenas en algunos casos. Con respecto a la reciente polémica del uso de la IA generativa para solventar un par de elementos clave de la edición, el editor Dávid Jancsó alegó que fue en gran medida por la falta de tiempo. A nivel personal, Corbet también ha notado sus límites en todo este periplo, y aunque está muy emocionado con la gran recepción de la película, admite que quizás su cuerpo ya no está para estos trotes: «No creo que físicamente esté preparado para volver a pasar por lo que he pasado en mis tres últimas películas».
En Espinof | Por primera vez en mucho tiempo no sé qué película va a ganar los Oscars. Pero esto lo hace muchísimo más emocionante