Sabemos que, detrás de las historias de súper héroes llevadas a la gran pantalla hay un montón de anécdotas que, de haberse llevado a cabo, hubieran revolucionado por completo las historias que vimos en el cine, y una de ellas, tiene que ver con El hombre murciélago, uno de los personajes que, desde el cómic y más allá, ha estado rodeado de misterio y rumores, como aquel en que Bill Murray casi se enfunda en el traje de El Caballero Oscuro.
Antes de que Tim Burton revolucionara el cine de superhéroes con su ‘Batman‘ de 1989, el estudio tenía en mente algo muy distinto. La década de los ochenta estaba llena de ideas descabelladas, y una de las más sorprendentes fue la de hacer una versión del Caballero Oscuro con Bill Murray y Eddie Murphy como dúo dinámico, bajo la dirección de Ivan Reitman, el genio detrás de ‘Los cazafantasmas’. Para rematar la jugada, el villano iba a ser nada menos que David Bowie. Una mezcla entre comedia, rock y locura que, de haberse rodado, habría cambiado para siempre el tono de las películas de superhéroes.
Puede sonar a locura, pero en los años ochenta hubo una propuesta real para que Ivan Reitman, recién entrado en el radar de Warner Bros. como uno de los directores potenciales para dar una nueva vida al personaje por aquel entonces (tras la serie televisiva de Adam West y varios intentos fallidos).
La idea surgió en un momento en que Reitman estaba subido a la ola de las comedias que funcionaban, y Murray era no sólo una cara conocida sino un tipo con cierto registro dramático escondido entre tanto gag. Que un director con éxito en la comedia pensase en Murray para un superhéroe altera por completo la concepción clásica del héroe gótico; era, en cierto sentido, una apuesta arriesgada por darle un giro irreverente al material.
«No quiero ser el Chico Maravilla para nadie»
Bill Murray mismo ha comentado en entrevistas que habló con Eddie Murphy sobre el proyecto, y que hubo una disputa curiosa en la que, según Murray, Murphy quería ser Batman, lo que llevó a una discusión en la que Muray expresó: «no quiero ser el Chico Maravilla para nadie. Quizás mucho antes, cuando era niño. Pero ya era demasiado tarde para eso en los 80. Además, no podía hacer el disfraz. Eddie se ve bien de morado, y yo también. De rojo y verde, parezco un elfo de Papá Noel. No iba a suceder».
Al final, la película de Reitman no cuajó. Hubo varias razones: diferencias creativas, problemas de casting, prioridades cambiantes (la apuesta por ‘Cazafantasmas‘ resultó determinante) y la típica maraña de rewrites y trámites de estudio que suelen enterrar proyectos prometedores, dejando la historia del equipo Reitman/Murray/Murphy/Bowie relegada al terreno de las curiosidades cinematográficas y los «proyectos que casi fueron».
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