Supe que no estaba solo en mi ninguneo hacia ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’ (personalmente, diría, la peor de la trilogía de Nolan) cuando, en la escena de la muerte de uno de sus personajes principales, media sala se echó a reír. Hablo, por supuesto, del mítico fallecimiento de Talia Al Ghul, o lo que es lo mismo, de Marion Cotillard. Han pasado 13 años desde su estreno, y si nosotros aún no nos hemos sobrepuesto, imagina la actriz.
Marion, no seas cotillard
Ha sido en una entrevista en el programa francés Les recontres du Papotin, que junta a famosos con periodistas no profesionales en el espectro autista, donde ha respondido, entre risas pero con honestidad brutal, a la pregunta «¿Qué pasó?».
No bordé esa escena. No encontré la posición correcta. No encontré la manera apropiada… Estaba estresada. A veces metes la pata. Así que sí, metí la pata.
La película, buena o mala, recaudó 1115 millones de dólares sin mucho esfuerzo, convirtiéndose en la película de Batman más exitosa de la historia, lo que no consoló a Cotillard, que ya en 2016 declaró a Allociné que se moría de vergüenza viendo la escena: «¿Por qué? ¿Por qué se quedaron con esa toma? Pero o culpas a todos o a nadie. Creo que la gente sobrereaccionó porque fue duro que me identificaran solo con esta escena. Cuando hago lo mejor que puedo para encontrar la autenticidad en todos los personajes que hago, es duro ser conocida solo por este momento».
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